Desde las editoriales dicen: A ponerla y no se quejen

Como informó ayer La Nación, ahora la UBA, universidad millonaria si las hay, pagará un canon anual por derechos de autor, debido a las fotocopias que usamos para estudiar. El pago será doble: por un lado, el Rectorado abonará un monto mensual, y algunos centros de estudiantes harán lo mismo por cada fotocopiadora que tengan. La medida, aclara el diario de los Saguier, "pone fin a una situación de ilegalidad".

¿Cuánto es lo que hay que pagar? En principio, la nota de La Nación habla de $12,72 anuales por estudiante, es decir X 300.000, que es igual a $3.816.000. Pero luego dice que la suma "simbólica" (sic) sería 300 mil pesos por año. Aparte de esto, los centros de estudiantes con personería jurídica (inscriptos en la IGJ) pagarían $1700 ($4,65 el día) por año por cada máquina copiadora que tengan.

El centro de estudiantes de Sociales no tiene personería. Por lo tanto, hasta el momento debería quedar exceptuado de este convenio. Desde el CECSO aclararon que se enteraron por la noticia del diario. En tanto, reiteran su campaña para que la facultad subsidie los apuntes, y así evitar un aumento de las copias.

La pregunta es qué pasara con los libros. En declaraciones al diario, el secretario general, Carlos Más Velez, dijo que " la próxima etapa será conseguir para los estudiantes universitarios libros de estudio de calidad y a más bajo costo". Ojalá hubieran empezado por ahí, así no tenemos que fotocopiar los muchos libros que hay que estudiar.

Es cierto: fotocopiar material va contra el derecho de autor. Tanto como que el valor de los libros atenta contra el acceso a la educación. No pretendo desde acá que nos regalen el material para estudiar, pero sí que los precios se acomoden a las realidades de los estudiantes. Como que se respeten los derechos de autor de, valga la redundancia, los autores, y no sólo lo que concierne a los derechos económicos de las editoriales. Por ejemplo, en medios de comunicación es una mala costumbre que periodistas vean publicadas sus notas en diversos medios, del mismo dueño, y no se les pague por cada publicación. Agarrarsela con nosotros es como perseguir al almacenero para que pague el IVA, cuando nadie hace lo mismo con con el hipermercado del barrio.